Conducir un vehículo eléctrico te brinda la comodidad de tener tu propia gasolinera en tu entrada. La garantía de tener un automóvil 100% cargado todos los días es una de las mayores ventajas de conducir un vehículo eléctrico. No solo la disponibilidad, sino también la velocidad de carga son importantes. Al comprar una estación de carga con la capacidad adecuada, garantizas que tu automóvil pueda cargar a la máxima velocidad.
Sostenibilidad:
Cargar un automóvil a través de un enchufe convencional a menudo es muy exigente y puede provocar sobrecalentamiento. Una estación de carga está diseñada y certificada para suministrar energía durante largos períodos sin causar sobrecalentamiento. De esta manera, puedes instalar una estación de carga que pueda suministrar de manera eficiente 32A de energía trifásica sin problemas.
Ahorro:
Si compras y instalas tu propia estación de carga, obtendrás el costo más bajo por kWh. En un punto de carga público, se incluye el uso y el mantenimiento de la estación en el precio por kWh más alto. Las estaciones de carga rápida son las más caras de instalar y usar, por lo que los proveedores también cobran el precio más alto por kWh de todas las formas de carga.